Pollo al Curry
POLLO AL CURRY
Esta noche vamos a hacer...¡ POLLO AL CURRY!
En realidad hemos puesto POLLO, pero podemos emplear cualquier otro tipo de carne magra, como CERDO o CONEJO... eso sí, lo más recomendable es que podamos hacer pequeños trozos a la carne para que se mezcle mejor con el resto de los ingredientes.
Necesitaremos:
Una pechuga de pollo;
Un bote de champiñones;
Dos o tres zanahorias;
Una cebolla pequeña;
Un brick de nata de 200 ml;
Curry (en polvo, lo encuentras en la sección
de especias de cualquier supermercado);
Sal y pimienta negra.
Vamos a empezar haciendo trozos pequeños a la carne, de tal forma que no sea necesario utilizar el cuchillo en la mesa, o podamos pinchar varios ingredientes cada vez. Un truco: si acostumbras a congelar la carne, te será mucho más sencillo trocearla cuando está todavía sin descongelar por completo. Después échale sal, sin pasarte...
Pon los trozos en una sartén mediana o grande, con un chorrito de aceite de oliva, y dóralos a fuego medio. Es mejor que el pollo quede bien hecho, pero sin pasarse... que no se quede seco.
Una vez estén dorados los trozos, sácalos y resérvalos en una fuente aparte.
Seguimos; a continuación pon la cebolla picada muy fina y la zanahoria hecha cuadraditos pequeños, o en rodajas, (como más te guste) en el aceite dónde has dorado el pollo. Ponlo a fuego lento, y espera a que la cebolla esté transparente y la zanahoria blanda. Si ves que queda poco aceite, añade un poco, pero con precaución, es mejor no dejar los platos aceitosos... Añade una pizca de sal.
Una vez la cebolla y la zanahoria estén listas, echa los champiñones escurridos. Pueden ser enteros si son pequeños, o laminados... cosa tuya! Cuando lleven unos minutos, añade los trozos de pollo que tenías reservados, muévelo bien, añade la nata, y espolvorea el curry. Es hora de mezclar todos los ingredientes bien y dejarlo a fuego lento durante unos minutos (dos o tres); pruébalo y corrige de sal.
Y... ya está. Se sirve caliente, espolvoreado con pimienta negra por encima. A ver si te gusta...
Si lo dejas de un día para otro... está buenísimo, y es muy cómodo para comer en la oficina, en casa si tienes poco tiempo, o simplemente, si no te gusta cocinar justo antes de comer y prefieres solo calentar la comida!
Esta receta puede servirnos de base para preparar muchos otros platos... ¿te atreves a darnos otras versiones? seguro que se te ocurren muchas otras ideas para combinar... sólo hay que dejar volar la imaginación ser creativos, o mirar en el frigo y ver qué se puede cambiar!
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2 comentarios:
Lo he probado a mis hijos les ha encantado...
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